Nueve


Dice la numerología, que si sumamos los dígitos de nuestra fecha de nacimiento, y los reducimos a uno solo, obtendremos el número que nos define y que marca nuestra personalidad y nuestro destino.
Yo no es que crea en estas cosas, pero me gusta jugar, para qué negarlo.
Y hoy que he tenido un día laaargo y no tengo ganas de pensar en cosas serias, me apetece entretenerme un rato en algo un poco más frívolo. Y de paso me acordaré de aquellas tiradas de cartas que hacíamos hace ya... ¿tantos? pues sí, unos cuantos años, en los descansos de las clases de la universidad. O de las lecturas detalladas del horóscopo chino, del celta o de ya ni me acuerdo cual... Pues eso, que nos lo pasábamos bien, y a veces hasta nos sugestionábamos tanto, que acababan por hacerse ciertas las predicciones.
Pues hoy la cosa va de números. Y concretamente de mi número: el 9
Y es que me encanta este número, que tiene algo de mágico. Son muchísimas las curiosidades que encierra, como podéis comprobar en este enlace. Cualquier múltiplo de nueve, al sumar sus dígitos y reducirlos a uno solo, dará siempre nueve.
Dicen que es un número de mal augurio en la cultura japonesa, pero de buen augurio en la cultura china. Decimos que un embarazo humano dura nueve meses (aunque realmente vienen a ser diez lunas), las novenas también duran nueve días, nueve eran los planetas cuando yo estudiaba, y nueve eran también las musas.
Para los griegos, si el número 3 simbolizaba la perfección, el nueve (la suma de tres treses) representaba la plenitud, la idea de lo completo.
Y como última casualidad os contaré que, cada mañana, cuando voy al trabajo, me encuentro con un coche cuya matrícula está formada por cuatro nueves. Me hace mucha gracia que esté siempre aparcado en el mismo sitio exacto, y al pasar a su lado pienso que una matrícula así tiene que presagiar algo positivo.
Hoy han sido dos los coches cargados de nueves con los que me he cruzado. Y al ver el segundo es cuando he pensado: tanto nueve, tiene que significar algo.

Y sí... yo creo que lo que significa es que, definitivamente, se me ha debido desajustar la última tuerca. Si esto yo ya lo veía venir...

Espero que no sea contagioso ;)

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