Nostalgia de verano azul

Si naciste en los setenta, o incluso antes, seguro que esto te suena.


Pero lo mejor es que empiece a contar la historia por el principio...

Hoy ha sido festivo en Castilla La Mancha, y aprovechando que, a pesar de las nubes, hacía un día estupendo para pasarlo al aire libre, hemos ido a la parcela a comer con los abuelos y de paso dejar que la peque se "asilvestre" un poco y haga algo de ejercicio.

¿Sólo la peque? Pues no, para que nos vamos a engañar.

El detonante ha sido unas azucenas preciosas que florecieron la semana pasada y que yo quería fotografiar para colgar en el blog. El problema es que se nos había olvidado la cámara de fotos, y en la casa no había ninguna. Ni siquiera llevábamos encima la blackberry para hacer un sucedáneo de foto. Nada de nada.
Ya estaba casi resignada a quedarme sin la foto de las azucenas cuando mi marido, medio en serio, medio en broma dice:
-Si quieres cogemos las bicis, las arreglamos y vamos a Albacete a coger la cámara.
Y que queréis que os diga, yo es que veo una BH y me entra la vena nostálgica... y la idea de un paseo en bici, con el tiempo tan perfecto que hacía, me apetecía un montón.
Así que, después de quitarles las telarañas (textualmente) a las bicicletas, hincharles las ruedas y comprobar que no perdían aire, ni cortos ni perezosos acá que nos hemos venido por esos caminos tan llenos de baches, subidos en nuestras bicicletas-retro.
Muy friki, lo sé, pero ¿qué queréis que os diga? nos lo pedía el cuerpo. Será la nostalgia de verano azul o algo así.
A decir verdad, yo tenía serias dudas de que aguantasen todo el camino, pero vaya si han aguantado. Y es que yo no sé qué tienen estas bicis que parece que estuviesen hechas para durar toda la vida.
Al final media horita de ida y media horita de vuelta. Sin contar con los estragos que los baches han hecho en semejante sitio (malditos muelles de amortiguación) por lo demás, la experiencia muy agradable.

Y yo creo que al final, las fotos también han merecido la pena. Aquí os dejo una muestra para que juzguéis vosotros mismos.


 De izquierda a derecha, y de arriba a abajo, fucsia, adelfa, rosa, geranio, azucena y boca de dragón.

Y lo mejor para el final... Una sorpresa entre las ramas de la morera:


Comentarios

  1. OSTRAS PAULA... NO SE LOS AÑOS QUE NO MONTO EN BICI... PERO ME IMAGINO LAS AGUJETAS QUE TENDRAS MAÑANA Y ME MUERO.. .. TOMA AZUCAR REINA.
    LAS FOTOS BIEN BONITAS Y EL HUEVIN MAS... UN BESO GUAPA DESDE LEON

    ResponderEliminar
  2. Que envidia Paula, por la bicicleta, por las flores, por el paseo romántico (porque no me negarás que la proposición de tu marido fue de lo más romántica)hasta por el huevito. Felicidades por ese ratito tan bueno. Besos. Pepi.

    ResponderEliminar
  3. Paulaa!!! yo tenía unas bicis exactemente como esa que has colgado, jo qué recuerdos. Aunque he de reconocer en honor a la verdad, que las dueñas de las bicis eran mis hermanas mayores, una roja y otra verde. A mí me las pasaron cuando crecieron, aunque apenas monté, no me la dejaban mucho, porque seguían usándolas ellas aunque se les hubieran quedado pequeñas. Un día se rompieron y hasta ahí llegaron. A mí nunca me compraron una, ahora que lo recuerdo fui la única de los cuatro hermanos que nunca tuvo una bici en propiedad y mi hermano llego a acumular dossss. ¿Hay justicia? Tendré que pedirle explicaciones a mi madre... La única bici que he tenido y que tengo (y el único vehículo en general) me la compré hace un par de meses de segunda mano. No es una BH, ni de coña, pero salgo todos o casi todos lo días con ella por la Vía verde para hacer ejercicio y respirar algo de aire puro o lo más puro posible. Me encanta montar en bici. Menos mal que es cierto que no se olvida porque la última vez que me había subido a una fue a las edad de 15 años (y me la dejaron)y han pasado... uffff, un montón de años. He comprobado que mi sentido del equilibrio permanece intacto, aunque reconozco que el primer día que usé mi bici nueva me sentí algo insegura y titubeante, pero ahora ya me parezco más a Contador o Indurain, jejeje.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Susana, no creas, que aunque no lo aparento de vez en cuando voy al gimnasio. Yo antes de salir sabía que podía, pero de la que no me fiaba era de la bici.

    Pepi, lo que pasó es que se pensaba que no me lo iba a tomar en serio. Pero vamos, que (baches aparte) el paseo fue muy chulo.

    Nieves, nosotros estamos pensando en comprarnos unas bicis y un asiento para acoplar detrás, y aprovechar el buen tiempo para salir a pasear. A ver si nos animamos porque el verano pasado en la playa alquilamos unas bicis un para de días, y la verdad es que se disfruta mucho. Y lo mejor es que haces ejercicio casi sin darte ni cuenta.
    Que lo del ejercicio es más bien simbólico, porque luego... quando arrivo a casa... pero bueno, es bueno que circule la sangre y se hinchen los pulmones.

    Un beso guapas

    ResponderEliminar
  5. Vaya yo también tenía bici, la mía rosa, a saber ..., menos mal que eso no se olvida ...Lo mejor ¿LAs fotos o el paseo? je je

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Comenta, que algo queda

Entradas populares de este blog

Pequeños Misterios: Relato de Fan-Fiction

Junto a la hoguera

Alexa