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Mostrando entradas de julio, 2011

Boxing Day (Para Pepi)

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A Pepi muchos la conocéis, porque es mi campeona de comentarios en el blog. Pepi, o Josefa González cuando se pone a escribir en serio, es una compañera del Club de Escritura la Biblioteca a la que acaban de incluir en una antología de relatos que publica una novísima editorial llamada LCK15. El libro en cuestión se titula "Boxing Day" y recoge veinte relatos seleccionados de entre todos los presentados al concurso convocado por la editorial. El relato de Pepi es el titulado " Dos miradas ", y para todo aquel que esté interesado, el libro se puede comprar a través de este enlace  http://www.lck15.com/ Como aperitivo, podéis leer cosas de Pepi en el blog del Club de Escritura La Biblioteca .

Abuelos

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Hoy, día de San Joaquín y Santa Ana, es también el día de los abuelos. Y me parece estupendo dedicarles un día al año a ellos, que se han convertido en uno de los pilares fundamentales para que todo este tinglado funcione. En nuestro caso, han sido la llave para poder conciliar trabajo y familia, nuestra tranquilidad y nuestro punto de apoyo en el día a día. Siempre dispuestos, incansables, con su equipaje de cariño y experiencia entre las manos.  Por eso no puedo dejar pasar este día sin recordarles a los cuatro. Y darles las gracias en voz alta, porque se lo ganan a pulso. ¡GRACIAS ABUELOS! Por hacerlo todo  infinitamente más sencillo

Volví a nacer

Me dicen que últimamente no me prodigo mucho en poesía. Este es otro de los poemas que me publicaron en un diario gratuito hace unos meses. La verdad es que le tengo un cariño especial, por lo que tiene de renovador. Volví a nacer (más sencilla) de entre el agua de mis lágrimas. Manaba limpia, fresca, nueva. Corría entre las arrugas quebradas de mi tristeza. Se filtraba viva y como savia (sabia) supo renovarme y levantarme palmo a palmo. Volví a nacer (más desnuda) envuelta levemente en las cenizas de mis propias ropas. No guardé nada. Apenas el recuerdo y el calor de la llama en mi retina. El fuego me arropó del frío, y el humo permitió que viera más allá de mis ojos. Volví a nacer (más yo) y supe ser comienzo a pesar de todo. Igual que el árbol viejo que aún brota con el pálpito de una nueva primavera.

Lunática

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A veces tengo la sensación de fluir al mismo ritmo que la luna. Parece como si sus fases afectasen a mi estado de ánimo, y en cuarto creciente me siento con más energía, mientras que en cuarto menguante me siento más vulnerable. Hoy he cenado frente a una luna llena espectacular. Y he tenido una sensación de paz y de armonía que no soy capaz de describir. Por primera vez en mucho tiempo, sé que tengo todo lo que se puede desear. Y si tuviese que pedir un deseo, sería continuar como estoy hoy mismo. Es curioso que haya tenido que recorrer un largo camino para darme cuenta de no necesito nada más para ser feliz. Un camino que me ha llevado al mismo lugar de partida, pero en el que he ido aprendiendo muchísimas cosas sobre mí, y sobre ese extraña especie llamada ser humano. Obviedades a veces en las que no se piensa, o que simplemente, se olvidan. Os regalo esta luna, para que formuléis vuestros propios deseos. La foto no es muy buena, pero es lo máximo que somos capaces de hacer con

Personas que irradian luz

Hay gente que irradia luz, y cuando tienes la suerte de compartir tiempo y espacio con una de esas personas, es inevitable que te ilumine. Si en lugar de eso, tu suerte se multiplica y se te da la ocasión de compartir tres días, no con una, sino con un grupo numeroso de personas extraordinarias (con toda la carga etimológica y emocional de la palabra extraordinaria) los efectos de esa luz deben continuar flotando durante bastante tiempo. He disfrutado de un regalo que no se puede pagar ni agradecer de ninguna manera. Durante estos tres días en Ayna, he recibido sonrisas, cercanía, amabilidad, cariño, he reído, me he emocionado, he disfrutado como una niña, y he abierto una puerta que, estoy segura, ha de despertar muchísimas más sensaciones de lo que imagino. No quiero que esta paz, la sensación de descubrimiento y de amanecer que me traigo de este curso, se quede en nada aplastada por la rutina del día a día. Me he traído la energía y la luz que irradiabais. Me he contagiado de vu