Poetas en el Salón: La crónica


La tarde se nos presentó lluviosa, pero aún así el salón de plenos del viejo Ayuntamiento se fue llenando poco a poco de amigos y de aficionados a la poesía.
Fue una tarde bonita, intensa, diferente. Una de esas tardes que uno sabe que tiene que repetir, porque dejan un buen gusto en los labios, y la sensación de que la felicidad está en pequeñas cosas como esta.
Tanto Alicia, como Pepe, como Rafa como yo, estuvimos encantados de compartir nuestros versos, y agradecidos del cariño con el que nos acogisteis.
Porque la poesía cobra sentido cuando deja de ser monólogo y se convierte en conversación. Porque nada de esto tiene sentido si no hay nadie al otro lado.
Y es bonito encontrar a alguien al otro lado.

¡Un millón de gracias!


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